La hipocresía de Free Now
El viernes 4 de febrero, la Comisión Europea publicó una Comunicación (2022/C 62/01) en su diario oficial titulada ‘Comunicación de la Comisión sobre un transporte local de pasajeros bajo demanda que funcione correctamente y sea sostenible (taxis y VTC)’. Una Comunicación de la Comisión, a pesar de no ser un texto legislativo vinculante, es una guía para que los estados miembros de la UE sepan cuál es el posicionamiento del Gobierno de la UE en un campo en el que habrá que legislar a nivel estatal en los próximos tiempos. Supone, por tanto, un poderoso instrumento para dictar cuál debe ser el enfoque de los gobiernos y parlamentos respecto a un tema concreto.
En este caso, la Comunicación expresa que el sector del taxi debe tratarse como un asunto internacional (europeo) y no municipal y/o regional, y que, para encajar en los Tratados, los estados deben legislar de manera que no sea ‘engorroso’ para los actores económicos de distintas regiones o países de la UE participar en el mercado de otras ciudades, regiones o estados.
Entre las normas que le parecen ‘engorrosas’ a la Comisión se encuentran “los cupos de licencias de vehículos, las cualificaciones exigidas a los conductores y las condiciones que deben cumplirse para poder establecerse como operador.” También menciona la norma de ‘regreso a garaje’ y de tiempos de espera obligatorios (precontratación) para las VTC. La Comisión también deja bien claro que los pasajeros perciben al taxi y las VTC como un servicio muy parecido, por lo que habría que integrarlos. En resumen, esta Comunicación es una bomba de relojería que haría que el taxi pase a la historia.
Ante esta Comunicación, la Directora Senior de Relaciones Gubernamentales y Políticas Públicas de Free Now a nivel global Elia Ferrer Travé, es decir, la máxima responsable encargada de influir en las instituciones públicas para que legislen en su favor, reaccionaba publicando lo siguiente en la red profesional LinkedIn (aquí, en inglés):
“El día de hoy marca un gran hito en la historia del sector europeo de taxis a la carta y alquiler privado.
Después de muchos años de discusión, la Comisión Europea anunció hoy su guía para los Estados miembros sobre la regulación de taxis y VTC para servicios más sostenibles, accesibles y justos.
La Comunicación de la Comisión llama a los estados miembros a abstenerse de las reglas aplicables a los conductores de taxis y VTC y a los operadores de taxis y TVC que constituyen restricciones a la libertad de establecimiento y brindan oportunidades justas y competencia justa para todos los actores del mercado nuevos y existentes.
Ahora depende de los Estados miembros reformar las normas obsoletas para beneficiar a los millones de pasajeros de la UE que utilizan servicios a la carta.”
Recordemos que Uber, Free Now y Bolt crearon un lobby empresarial llamado Move EU con presencia en Bruselas, creado exclusivamente para influir en la Comisión Europea y los europarlamentarios. El posicionamiento de Move EU queda bien recogido en la nueva Comunicación de la Comisión.
A menudo se nos ha llamado extremistas al decir que Free Now es un lobo con piel de cordero que comparte el objetivo con Uber de acabar con el sector. Se nos ha acusado de ir contra todo y de no tener capacidad para observar los matices y los grises, dado que FreeNow, según este punto de vista, está ayudando al taxi y no es como Uber.
No obstante, y a pesar nuestro, los hechos nos están dando la razón. De hecho, ante la experiencia de los últimos años, puedo decir que Uber ha sido más honesta que Free Now. No me he vuelto loco, sé que Uber es una empresa con una cultura empresarial agresiva, machista y de capitalismo crudo, sin embargo, no engaña, siempre ha ido a saco, cosa que nos ha permitido defendernos.
Sin embargo, Free Now es una empresa hipócrita, unos encantadores de serpientes que se están aprovechando de la experiencia de Uber y del daño sufrido en el sector por el parón de la pandemia para hacer un papel de niño bueno.
No nos engañemos, este papel es una estrategia, no su cultura empresarial real, y es causado por la dificultad de dominar el sector en Barcelona, como se aprecia por el hecho de que en otros países actúa igual o peor que Uber. Con este papel hipócrita ha conseguido romper nuestra línea defensiva y homologarse ante los taxistas a otras opciones que sí respetan realmente al sector.
¡Es momento de reaccionar! Hay que arrimar el hombro y poner las luces largas ante estos acontecimientos que pretenden mandarnos al baúl de la historia. Hace falta remar juntos, y eso significa presionar juntos y movilizarse juntos, y sobre todo, dejar de trabajar para aquellos que quieren acabar con el sector.
