Hace 10 meses que escribí una carta muy personal en la que explicaba que estaba empezando a cuidarme. Entonces había perdido unos catorce quilos de peso y llevaba unas semanas comiendo sano y haciendo deporte. Expliqué que mi carácter me había llevado a ir a tope en muchos sentidos, y no siempre los mejores. El mismo carácter que ha hecho que tenga ganas de luchar a muerte por el taxi hacía que me diera igual mi propio estado.
Supongo que por la madurez que da la edad y también por la experiencia que he ido adquiriendo en el sector del taxi me di cuenta de que la vida no funciona así. Me di cuenta de que el largo plazo también cuenta, es decir, que hay que ser estratégico. Quemarse en el corto plazo para ganar batallas, pero que en el largo plazo tengas una salud fatal y no te puedas ni mover no era inteligente.
Decidí darle la vuelta y me puse manos a la obra. Lo bueno de mi carácter es que puedo ser ‘Destroyer’ pero que si se me mete entre ceja y ceja algo lo voy a hacer. En este caso, se me metió entre ceja y ceja, cuidarme, adelgazarme, comer sano y ponerme fuerte. Y aquí estoy, ya he perdido 54 kilos, nada más y nada menos. Voy al gimnasio cada día una hora, donde combino pesas, pádel, natación, las actividades como HBX, HBX Boxing y con ayuda de un entrenador hago mis rutinas siguiendo unas rutinas adaptadas a lo que necesito. Estoy disfrutando de esto como un crío.
Nuevamente, ¿por qué este arranque de hablar de mí mismo que hace que parezca que estoy encantado de conocerme? Como ya dije el año pasado, mucha gente me conoce bien saben que no he llevado el mejor estilo de vida, otros, que no me conocen tanto, seguramente tengan prejuicios de lo ‘loco’ que parezco, y otros, quizás me tengan como un referente positivo. Modestamente, pensé que a quien me conoce de una forma o de otra puede servirle que cuente mi vivencia para ver que uno se puede cuidar si yo he podido cambiar mi estilo de vida de forma tan radical. Sobre todo, pienso en el taxista y en cómo muchos se beneficiarían de hacer deporte y comer sano. Muchos, como yo, han tenido infancias y juventudes duras o por lo menos un tanto alocadas, pero nunca es tarde para cuidarse.
Es por eso también que propusimos hacer la cursa del taxi, como un proyecto social para el sector. Teníamos un principio de compromiso de los políticos para poder hacerla en Barcelona, pero ahora nos dicen que la ciudad está muy ocupada con eventos, cursas, etc. Ya sabéis que rendirme no es lo mío, así que a través de los compañeros de Ràdio Taxi Catalana hemos contactado con el gobierno de Xavier García Albiol y creemos que la podremos hacer en Badalona, por lo que vamos a intentar hacer la primera en 2025., la primera cursa del Taxi será solidaria y buscaremos algo que pueda ser util para los niños con problemas, por ejemplo la lucha contra la obesidad infantil o el Asperger, TEA o TDHA.
Para ir acabando, tengo que decir que para mí el cambio principal no ha sido físico. Para que yo haya podido hacer este cambio de cuidarme han tenido que pasar muchas cosas. Primero, ser padre. Mi hijo Jordi, que ahora tiene 16 años es la persona más importante del mundo para mí. Lo que hago lo hago por él. Tiene un diagnóstico de ASPERGER, pero poco a poco, para entenderle, he ido dando importancia a lo sutil, a la parte emocional de la vida, y esto también me ha servido para ver qué me pasa a mí y al final ver que nos parecemos mucho. Hace poco sus médicos me dijeron, que yo soy TDHA de manual. Con esto se entienden muchas cosas.
En segundo lugar, el taxi me ha cambiado la vida. El taxi ha sido el sector laboral donde he hecho una segunda familia, donde me han querido y donde he sentido que valía la pena luchar por defender algo bueno, que era la dignidad de los taxistas y el pan de nuestras familias. Cuando llegué al taxi yo era bastante bala pérdida y este sector me ha dado estabilidad, me ha dado un lugar en la sociedad, como ciudadano, como trabajador y ahora como taxista con licencia, aunque me siento un trabajador igual. Es algo difícil de explicar porque no es una cosa económica, sino ligada con la identidad, con el pertenecer a algo bueno. Creo que muchos en el taxi sentimos esto, que no soy solo yo. Elite Taxi surge de eso, de ese sentimiento. Por eso daríamos nuestras vidas por este sector, porque no es solo un trabajo, es lo que somos, sobre todo colectivamente.
Este sentimiento me ha permitido que mi capacidad para no parar nunca quieto, aceptar bastante mal que me intenten tomar el pelo, y no parar nunca de darle vueltas a la cabeza para salirme con la mía, la use para defender al sector. Lo que pasa a veces cuando estas en estos caminos es que te acabas encontrando con compañeros de camino que se parecen a ti. En el caso de Elite, sin duda nos hemos juntado unos cuantos ‘casos’ parecidos. De hecho, yo soy la cara más visible, y más extrovertida, pero Elite somos todo este equipo que funciona muy bien sincronizado. Es un trabajo en equipo.
Más allá de la motivación dada por nuestras trayectorias vitales, hay unas características del sector del taxi que vienen dadas por las condiciones materiales, es decir, definidas por el hecho de que somos autónomos y no tenemos jefe formal que nos pueda despedir, que la mayoría estamos endeudados con el banco, que ganamos según las horas que metamos, etc. Estas condiciones hacen por un lado que la gente pueda volverse individualista e incluso egoísta, que piense solo en facturar, en lo suyo, etc., de manera parecida a lo que pasa con los payeses y otros sectores gremiales.
Somos sectores de autónomos que al final están con su negocio pero que tienen poco contacto con otros parecidos. Sin embargo, estos sectores gremiales de autónomos o pequeños empresarios, cuando nos enfrentamos a un enemigo común que amenaza nuestro sustento nos damos cuenta de que somos más trabajadores que empresarios y que las condiciones a las que estamos sometidos son de explotación, aunque sea indirecta. En ese momento podemos coger conciencia de clase, que es lo que ha pasado en el taxi en Barcelona y lo que parece que empieza a pasar con otros sectores, como la payesía catalana.
Estas mismas condiciones con las que nos quieren convertir en pequeños capitalistas, también son las que hacen que no le debamos favores a nadie, dado que solo debemos nuestras hipotecas y los préstamos del taxi, y lealtad a nosotros mismos, pero nada más.
Si esas mismas condiciones que pueden aislarnos y volvernos egoístas las usamos como denominador común a través de la organización, y esta organización está basada en un sentimiento y una conciencia como el que os contaba, de identidad positiva, de solidaridad, de amistad, de protección a nuestras familias, nuestro sector será invencible.
Jamás podré devolver a este sector lo que me ha dado para crecer como persona y encontrar el equilibrio en mi vida.
Gracias y hasta la cursa del Taxi 2025.