A todos los taxistas de España
Si algo nos ha traído la pandemia del Covid 19 en relación al conflicto Taxis/VTC’s, ha sido el interés desmesurado por parte de las plataformas Uber y Cabify, de introducirse plenamente en el sector del Taxi, para crecer desde dentro.
La pandemia ha castigado duramente a ambos sectores como a tantos otros de la sociedad, pero mientras el sector del Taxi especialmente a través de sus trabajadores autónomos en amplia mayoría, mantiene la misma estructura operativa y de servicio a pesar de las graves dificultades y las bajas recaudaciones, el sector VTC no ha sido capaz de mantener ni de la largo la misma oferta de servicio anterior a la pandemia.
Cierres de sociedades, Ertes muchos de ellos convertidos en Eres, traslados de personal, descapitalización y venta de sociedades, freno de los inversores ante nuevas legislaciones en el ámbito de los falsos autónomos y que afectan a la rentabilidad de las plataformas, incertidumbre ante la finalización de la moratoria que les mantiene alegalmente haciendo servicios urbanos, y la resistencia del sector del Taxi especialmente en Madrid y AMB, que vela para no permitir el blanqueo a través de nuevas leyes y reglamentos, de esa situación que diferencia a ambos sectores, etc.
Estas y algunas otras, son las causas principales para que las plataformas Uber y Cabify, hayan fijado como nunca sus miradas en el propio sector del Taxi, un sector cuya estructura no ha dejado de ser operativa ni frente a la crisis económica y social mal importante de este siglo. La batalla por desbancar a nuestro sector se les ha puesto más cuesta arriba que nunca, y necesitan hacerlo y transformarlo desde dentro para su propio beneficio.
Los taxistas del AMB han comprendido perfectamente esta realidad, y una vez más han sabido estar en la vanguardia mundial de la lucha contra la uberización, frenando absolutamente tres intentos de captación mediática, durante los últimos seis meses por parte de Uber, para introducirse en el sector del taxi.
Las batallas no se ganan en seis meses, pero ese proceso ha servido para aplastar el ímpetu inicial de Uber, y crear las bases y líneas rojas necesarias, para defender nuestro sector desde dentro frente al peor enemigo de su historia, y para no permitir que decaiga el estado de alerta permanente, imprescindible en la ya larga lucha de «David» contra «Goliat».
Desde Élite Taxi Barcelona observamos con máxima preocupación, cómo en otras comunidades y ciudades, especialmente Madrid, las plataformas Uber y Cabify están avanzando cada vez más, en su penetración dentro del sector del Taxi.
El panorama y realidades políticas de las diferentes comunidades y ciudades de España, pueden explicar la mayor o menor dificultad en la consecución de compromisos políticos y legislativos, que salvaguarde el servicio público de taxi frente al monopolio de unos pocos impostores, con inversión suficiente para involucrar en sus objetivos intereses directos desde dentro de la política, en su ya largo intento de suplantar a un sector como el nuestro, que es un bien de la ciudadanía y que quieren colocar en unas pocas manos privadas.
En ningún caso este panorama y realidades políticas, pueden explicar que el sector del taxi arroje la toalla y se venda desde dentro, y mucho menos explicar la pasividad de todos aquellos «actores» de dentro del sector, capacitados y obligados a actuar y crear un estado de alarma y conciencia sobre la gravedad del asunto.
Desgraciadamente el panorama que observamos desde el AMB es el de percibir cada vez más un estado de normalización, contra el que nadie se revela de verdad, más allá de taxistas comprometidos que luchan de forma individual, frente a este peligroso caballo de Troya dentro del sector.
Todo lo que sucede en Madrid, afecta a medio y largo plazo al resto del taxi español, alimentar desde dentro del sector a las plataformas Uber y Cabify, con inversiones propias y directas en sociedades del sector VTC, engorda a esas mismas sociedades mercantiles, que después invaden de VTC’s otros territorios, como Andalucía, Valencia y por supuesto Catalunya/AMB, donde sólo tres sociedades de Madrid controlan más del 80% del sector VTC.
Nos importa y mucho lo que sucede más allá del AMB y Catalunya y lo observamos con atención y preocupación, ya no únicamente por el daño que se le está haciendo al sector del Taxi desde dentro, desvirtuando su esencia de servicio público y poniéndolo en manos de corporaciones con sedes en paraísos fiscales, si no porque engordar a la «bestia» tiene un efecto de vasos comunicantes que nos afecta a todos.
En el AMB nos quedan aún muchos objetivos por los que luchar, y muchos retos necesarios que conseguir imprescindibles para el sector, pero la exhibición de fuerza interna del sector frente al intento de penetración de Uber, nos da todo el impulso necesario para seguir adelante y con moral de victoria.
Eso sí, sin bajar los brazos nunca, y eso lo sabe Uber y lo sabrá cualquiera dispuesto a traicionar al sector del Taxi.
Nosotros en el AMB, tenemos verdaderos motivos para estar atentos a lo que sucede en algunas ciudades españolas, pero desgraciadamente, para algunos vivir únicamente pendientes de lo que sucede en el AMB, no les ha servido para aprender nada, y si para ver como en sus ciudades el sector del Taxi, cada vez cede más terreno al sector VTC y a los intereses que les rodea y lo más grave, desde dentro del sector.
Mucho ánimo y fuerza para los taxistas de bien de todo el estado español que, por supuesto son la amplia mayoría, del resto, ya no distinguimos a los traidores, de los que son cómplices pasivos o activos de esa traición, porque todos ellos restan y están llevando el sector a la debacle.
A todos los taxistas de España
