Sobre los trabajadores de Cabify en Barcelona
Después de analizar los videos que van corriendo por los grupos del taxi y en especial el seguimiento exhaustivo que se está haciendo a los vehículos de cabify, hoy podemos decir lo siguiente:
Seis tráilers con vehículos Lexus y Skoda han salido de Barcelona dirección Martorell con destino desconocido.
26 trabajadores de Cabify se han puesto en contacto con nuestra asociación para que les ayudemos a emprender acciones legales contra el entramado de empresas, que ya han sido condenadas recientemente en un juzgado de Barcelona.
Hacemos un llamamiento a los trabajadores de Cabify a que se sigan animando y les pondremos los medios necesarios para demandar y que puedan ser indemnizados como el último compañero que ganó el juicio al que tiene que ser indemnizado con más de 6.000 €.
En el taxi tenéis trabajo, solo hay que estudiar y podréis dar de comer a vuestras familias durante años.
No pararemos de presionar a cabify y no nos escondemos al decirlo porque nos encanta y nos motiva, incluso les retamos a un debate público en cualquier medio de comunicación con sus abogados y portavoces y nosotros con los nuestros.
Mariano Silveira, Juan de Antonio cuando querais ya sabéis, hacemos un cara a cara en cualquier medio de comunicación.
No pararemos de denunciar al capitalismo de plataforma y a todos los políticos que lo permiten, los alaban y ayudan a explotar a la clase trabajadora sin ningún pudor.
Uber, Cabify, Glovo, Deliveroo, no vamos a descansar hasta que os vayáis de nuestras calles.
Seguiremos denunciando, trabajando hasta vencer, cada día la opinión pública está mejor informada aunque tengan que pasar desgracias como el fallecimiento de un TRABAJADOR de Glovo sin ningún derecho.
No hemos visto al Sr. Maragall condenar las prácticas de Glovo después de esta desgracia por ninguna parte y tampoco ningún informe del Sr. Marcel Coderch hablando de competir y derechos de los usuarios, está claro que no son sus hijos los que sufren las consecuencias de tanta basura tecnológica sino otro gallo cantaría.
Sobre los trabajadores de Cabify
