Los taxistas de Santander no trabajarán con el enemigo
La llegada de Cabify a Santander hace tres meses fue bastante sonada, no por el estreno en sí de la compañía en una nueva ciudad sino por la invitación al gremio del taxi que lo acompañaba.
Cabify prentendía integrar al taxi en su app.
El sector del taxi se desmarcó en un primer momento de la iniciativa, y a pesar de que la empresa española asegura que está siendo un éxito, los taxistas de Santander lo niegan rotundamente.
Sin integración a la vista
Cabify explicó en su momento que ofrece al usuario una estimación del coste total del trayecto en taxi, aunque el precio final es el fijado por el taxímetro.
Así, la compañía quiere atraer al sector del taxi prometiendo que, si forman parte de su plataforma, aumentará el número de viajes que realicen y los ingresos, «minimizando el kilometraje en vacío» y accediendo a unos beneficios extra por ser colaboradores de la compañía.
Pero esta oferta es una total farsa para poder meter las garras en la capital cántabra.
Manu Andoni Ruiz, presidente de la Federación Cántabra del Taxi, declaró: «ninguna de las grandes asociaciones de taxistas de Santander trabaja con Cabify, ni lo va a hacer a corto ni a largo plazo».
Según el gremio, ellos ya ofrecen todo lo que brinda Cabify, y solo dos de los 230 vehículos con licencia que operan en la ciudad cántabra se han unido a la plataforma de la compañía.
Entre otras reclamaciones, la Federación Cántabra del Taxi ha pedido que su servicio sea reconocido como un servicio público, más visibilidad a las paradas y tarifas fijas mediante aplicaciones móviles.
Los taxistas de Santander no trabajarán con el enemigo