Ayer salió publicada una carta abierta firmada por la junta de Elite Taxi en la que repasábamos el trabajo de los últimos cuatro años de los políticos con relación al taxi del AMB. Esta carta intentaba hacer un reconocimiento generoso al trabajo de todos los que han hecho cosas buenas por el sector. Al final, como hemos hecho en otras ocasiones (en 2019 nos posicionamos a favor de Barcelona en Comú), emitimos un posicionamiento a favor de los socialistas de Barcelona.
Es obvio que esto no es una orden de a quién hay que ir a votar. La lógica de la carta, de reconocer a todos los que han hecho cosas buenas para el sector, y explicar lo que han hecho, da lugar a que cada uno pueda votar según su elección. Solo faltaría. Nosotros creemos en la libertad política y, también, en la libertad de expresión.
Es por ello por lo que nos ha sorprendido que, en las últimas horas, miembros de los distintos partidos que citamos con reconocimientos en la carta nos hayan escrito y llamado para reprocharnos nuestro posicionamiento, a menudo de malas maneras. Nos dicen que esto a la práctica es una traición, o que esto ayuda al PSOE en el estado para que pueda pactar con el PP y prescindir de todos los actores catalanes y/o a su izquierda.
Lo primero que queremos aclarar es que el taxi no es de nadie. No es patrimonio de ningún partido. El taxi es diverso, aunque en los últimos años de lucha a adquirido conciencia de clase, por lo que podríamos decir que se ha vuelto de izquierdas en muchos aspectos. Sin embargo, eso no quiere decir que sea de tal o tal otro partido.
Quizás el posicionamiento fuerte, especialmente el mío a nivel personal, en favor de Podemos y de los Comunes en los últimos años ha confundido a algunos. Pero no nos confundamos, el taxi de Barcelona, especialmente en los últimos años, ha tenido que defenderse de viento y marea, y ha tenido que usar todas sus herramientas de presión y negociación para seguir en pie. Emitir este posicionamiento es parte de este ejercicio. Así es como hay que entender lo que estamos haciendo.
En segundo lugar, quiero explicar cuál es el criterio para elegir al partido al que votamos. Nuevamente, el criterio no es ningún interés personal, sino puramente estratégico. Actuamos mirando al pasado, viendo quién ha favorecido más a nuestro sector en la última legislatura. Con esto mandamos un mensaje a los políticos, el que se lo ‘curre’ más en los próximos cuatro años tendrá nuestro voto, sin duda. Por lo tanto, nuestro posicionamiento es un incentivo para el presente y el futuro inmediato.
No es un intento de empotrar al taxi en el aparato de ningún partido, ni de manipular o hacer daño a los otros partidos con los que hemos trabajado. Las relaciones que se tienen con el resto de partidos siempre han sido sinceras. No existe tacticismo de partido por nuestra parte. El PSC y el PSOE, especialmente este último, saben que nos hemos enfrentado duro cuando las cosas no iban bien. Lo mismo con algunos de los otros partidos como Junts y ERC.
Tercero, nos recuerdan que el PSOE de Zapatero fue quién a través de la Ley Ómnibus se cargó el 1/30 e inició todo el problema. Eso es verdad y fue un golpe mortal al sector que no olvidamos, pero eso fue en 2009. Posteriormente, el mismo PSOE hizo el Decreto Ábalos, que no es perfecto, pero ayudó en las CCAA que se han atrevido a legislar como el caso de Catalunya y el AMB. En este sentido, queremos recordar que nadie ha solucionado completamente nuestro problema, que esto es un trabajo de hormiga que estamos haciendo con un esfuerzo muy grande y una constancia incesante.
Si nos ponemos a hacer memoria podemos acordarnos de posicionamientos de gente de Junts, de ERC, de Más Madrid diciendo que Uber y las plataformas eran el progreso y que había que convivir con ellos. También podemos acordarnos del tecno-optimismo que se respiraba en el 15M, que defendía la economía colaborativa, que ha acabado siendo un caballo de troya para los trabajadores.
Muchos de los que ahora militan en partidos de la izquierda y tienen cargos institucionales y que afirman estar en contra de Uber o Airbnb estaban muy confundidos antes de que pudiéramos experimentar en nuestras carnes qué es Airbnb o qué es Uber: competencia desleal, evasión de impuestos y explotación laboral. Con esto, lo que queremos decir es que creemos que en el pasado todos nos hemos equivocado, con más o menos buena intención.
Finalmente, vuelvo a remitirme a la carta. En ella explicamos el trabajo que han hecho desde el PSC que se han mojado por el taxi. Han arriesgado, han confiado en nuestra lealtad, y han creído en el sector para el futuro de la ciudad. Eso es lo que nos ha llegado desde Elite. ¿Puede que esto cambie el día después de las elecciones y que pacten con el PP para acabar con el taxi? No lo creemos, pero si así fuera, nos tendrían en frente, igual que cualquier otro partido que quiera hacer daño al sector.
Por otro lado, todos los cambios urbanísticos que están sucediendo en Barcelona no cuentan, en el fondo, con el taxi. Entender que el transporte con coche es un lujo es contrario a las necesidades de los pequeños negocios y de la gente de clase trabajadora. El transporte rodado no es un lujo, sino que ha sido una de las pocas cosas que han ofrecido mejoras para trabajar y moverse a la gente trabajadora desde mediados del s.XX.
Tampoco Barcelona tiene un modelo económico alternativo, no lo ha encontrado en los últimos años, que pueda facilitar cambiar radicalmente el modelo de movilidad actual sin causar importantes perjuicios a la economía. Como decimos en la carta, entendemos que se mejore el transporte público y se reduzca el número de coches, y que se asuma un enfoque favorable a los viandantes, pero no a lo bestia a base de cortar vías o quitar carriles en arterias de la ciudad sin ofrecer alternativa. El tiempo de desplazamiento de lado a lado de la ciudad se ha duplicado.
Esto no es propaganda, es la realidad que viven taxistas, transportistas, conductores de ambulancia y trabajadores que tienen que usar el coche para moverse. Trabajar a favor del taxi y otros sectores obreros del transporte, así como de la población trabajadora, también pasa por que puedan trabajar y moverse con autonomía. Hay que encontrar un equilibrio que creemos que no se está encontrando. Este es un factor que finalmente ha ayudado a decantar también nuestro posicionamiento.
Para terminar y de manera muy personal me gustaría recordar a los que han sacado bilis contra mi y me han puesto una etiqueta que hay que tener memoria, siempre me he expresado con libertad, lo hice en el Procés, 1 de octubre, presos políticos, recomendando el voto a Podemos en varias ocasiones y a Barcelona en Comú, agradeciendo al President Puigdemont su valentía, También acordándome de los fascistas de BOX y la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Por ultimo y para terminar, el análisis que hemos echo desde la junta ha sido mayormente del trabajo del PSC a nivel en el AMB, y le duela a quien le duela nosotros vamos a decir siempre la verdad y la verdad es que el PSC se lo ha currado mas que nadie al frente del IMET en los 9 años y medio que ÉLITE TAXI tiene de vida, el que lo quiera contrastar le invito a un debate cuando quiera con todos los datos encima de la mesa, y esto no es una crítica contra nadie, ni quiere decir que otros no hayan currado y defendido el taxi, es la verdad que hemos vivido estos últimos cuatro años.
Con todo, quiero volver a agradecer a los que nos han apoyado que lo hayan hecho. Y quiero también recordar que hay que saber encajar la libertad de los demás con respeto democrático, así como las críticas de lo que no nos gusta. Esto debe servir a todos para hacerlo mejor los próximos cuatro años. Así lo hacemos nosotros también, que cada día intentamos mejorar y aprender para defender a nuestro sector, y ayudar a aquellos compañeros/as de otros sectores que lo necesitan.
Tito Álvarez.
