Viaje compartido en taxi: la innovación que situará a Catalunya y Barcelona a la vanguardia de la movilidad
Por Tito Álvarez, Portavoz de Élite Taxi Barcelona
Barcelona tiene ante sí una oportunidad única para volver a marcar el rumbo de la movilidad urbana en Europa. La implantación del viaje compartido dentro del taxi permitiría que varios usuarios, que no se conocen entre sí pero se dirigen en una dirección similar, compartan trayecto y coste de manera inteligente gracias a la tecnología.
El sistema ofrece una mejora sustancial en la eficiencia del transporte urbano sin alterar la esencia del taxi. Cada persona paga menos que si viajara sola, el conductor optimiza su ruta y obtiene un ingreso mayor, y la ciudad gana en sostenibilidad, descongestión y reducción de emisiones.
El viaje compartido se basa en una modalidad regulada del servicio de taxi que puede ser ofrecida por cualquier operador radioemisora, aplicación o cooperativa bajo las mismas reglas tarifarias y de transparencia. Una plataforma tecnológica calcula en tiempo real las coincidencias de trayectos y ajusta el precio según las paradas intermedias, de manera automática y verificable.
La clave está en la transparencia algorítmica: el cálculo de precios y rutas debe basarse en una fórmula aprobada por la autoridad competente y accesible para inspección, garantizando igualdad de condiciones y evitando abusos. Cada operador podrá implementarlo de manera propia, como ocurre actualmente con la tarifa de precio cerrado, fomentando la competencia y la mejora continua del servicio dentro de un marco común.
Para que el modelo funcione, la regulación debe permitir una franja flexible de precios, dentro de límites prudentes, que incentive la participación de usuarios y conductores y asegure la viabilidad del sistema.
El taxi es un servicio público esencial y forma parte del ADN urbano de Catalunya. Incorporar el viaje compartido significaría dar un salto cualitativo hacia una movilidad más innovadora, colaborativa y eficiente, sin perder las garantías laborales, fiscales y medioambientales que caracterizan al modelo catalán.
Por ello, Élite Taxi propondrá incluir el viaje compartido como una enmienda en la futura ley del sector, para que los entes locales puedan habilitarlo con plena seguridad jurídica y adaptarlo a las necesidades reales de cada territorio.
Barcelona podría convertirse en la primera gran ciudad europea en ofrecer un sistema de viaje compartido cien por cien dentro del marco del taxi regulado, con todas las garantías de seguridad, transparencia y equidad.
Para la administración, esta medida representa una herramienta eficaz para mejorar la eficiencia del transporte, reducir emisiones y avanzar hacia los objetivos climáticos. Para los conductores, supone la posibilidad de enlazar varios servicios, reducir trayectos vacíos y aumentar sus ingresos. Y para los usuarios, abre la puerta a una alternativa más asequible, moderna y sostenible, especialmente útil en momentos de alta demanda o en trayectos de gran flujo como el aeropuerto o los grandes eventos.
Mientras algunas plataformas privadas se autoproclaman innovadoras mientras eluden impuestos, precarizan a los conductores y saturan el tráfico, el taxi demuestra que la verdadera innovación no consiste en desregular, sino en servir mejor al interés público.
El viaje compartido en taxi sería, sin exagerar, el último clavo en el ataúd del discurso de las VTC: demostraría que el taxi puede ser más ecológico, más eficiente, más tecnológico y, además, más justo.
Barcelona y Catalunya tienen la oportunidad de volver a liderar Europa en movilidad urbana. Y lo harán, una vez más, desde el servicio público, la transparencia y la innovación de verdad.